María Uranga-Asesora de imagen
María es asesora de imagen y, junto a su equipo, trabajan para guiar a las personas a conseguir una imagen personal mejorada y reforzada.
A través de Gaztenpresa, miembro de YBS en País Vasco, ha participado en nuestro programa de Mentoring donde ha recibido acompañamiento en todo el proceso de consolidación de su negocio.
Entrevista completa
¿Cómo fue el proceso de convertirte en emprendedora?
Se me ocurrió la idea de negocio y aunque tuve mucho miedo gracias a Gaztenpresa pude dar forma a lo que tenía pensado.
¿Cómo empezaste a convertirlo en un negocio?
Poco a poco me iba conociendo la gente e iba haciendo cursos contando en que consistía lo que yo hacía. Enseñar esta técnica a pequeños comerciantes me sirvió para poder llevarlo al terreno profesional.
¿Qué tipo de clientes tenéis?, ¿Qué tipo de servicios ofrecéis?
Nuestros clientes suelen ser hombres y mujeres, sobre todo mujeres, de entre 25 y 55 años que no “sabe comprar”. Conocemos sus gustos, preferencias, nivel económico, estilo de vida y otros aspectos a tener en cuenta para saber que ofrecerle. Hacemos un diagnóstico del objetivo de cada persona y desarrollamos una lista de qué tipo de prendas quiere comprar.
¿Qué ha supuesto para vosotros la pandemia?
Para mi sorpresa hemos tenido bastantes clientes.
¿Habéis desarrollado alguna solución digital en estos tiempos de reinvención?
He tenido la suerte de poder “dar la vuelta” a mi modelo de negocio y tras varias pruebas piloto conseguimos hacer autoevaluaciones online. Actualmente estamos haciendo un híbrido entre ambas modalidades. La digitalización de un negocio es fundamental. Gracias a esta herramienta además hemos tenido clientes de todo el mundo, ya que anteriormente, antes de la pandemia solo nos dirigíamos a personas de Bilbao.
¿Qué le dirías a una persona que está pensando en emprender?
Que aunque vea a veces todo oscuro, puede hacerlo. Que lo único que se va a encontrar son cosas buenas
¿Qué le dirías a las mujeres emprendedoras?
A las mujeres emprendedoras les diría que intenten en la medida posible de no castigarse, sobre todo a las que somos madres, a veces sentimos esa culpabilidad. Que piense que los momentos que comparte con los suyos son de verdadera calidad. Pero que todo se puede combinar y conciliar aunque no lo crean.